Friday, November 24, 2006

Y tu, qué tan preparado estás?



Para todos los que me conocen, no es un secreto que soy fan, realmente FAN de las peliculas de terror, pero especialmente me gustan las películas de zombies, un sub-genero del terror muy polarizado, ya que la gente lo odia, o lo ama, no hay puntos medios. Como fan de las películas de zombies siento una gran admiración por sus directores más representativos: George A. Romero (con sus películas The Night of the Living Dead, Dawn of the Dead, Day of the Dead y Land of the Dead, entre otras) y Lucio Fulci (con sus películas Zombie Flesh Eaters AKA Zombie II y Zombie Flesh Eaters II AKA Zombie III y esta numeración se debe a que estas películas son las secuelas personales y lado B de Fulci a la película de Romero The Night of the Living Dead). Cualquiera que ha visto las películas de Fulci puede darse cuenta que, aunque son secuelas, la continuidad no es lo suyo, pero nos muestra una visión fantástica de los zombies con MUY POCO presupuesto (además de cosas nunca antes vistas, como un zombie luchando contra un tiburón -en la 1- y una cabeza zombie voladora -en la 2-).
Carlos (mi novio) y yo somos TAN fans de estas películas (por suerte para ambos) que un día decidimos prepararnos para el día en que el infierno estuviera tan lleno que los muertos caminaran sobre la tierra. Nos dimos cuenta que el común denominador de estas películas es que la llegada de los zombies toma a todos por sorpresa, así que decidimos prepararnos y estar alertas (esta preparación también funciona en caso de revueltas, guerras civiles, y desastres a gran escala en general)
Según yo teníamos todo listo, lámparas de emergencia, radio AM, FM y onda corta que funciona con baterías, AC/DC y manivela con dinamos (lo máximo!!), planes de emergencia, documentos a la mano en contenedores ligeros contra agua y fuego, etc... pero creo q no estoy tan preparada como creí, y de ésto me di cuenta anoche, cuando tuve un sueño sobre el día en que llegaban los zombies.

Mi sueño comienza cuando estoy en mi casa con mi mamá y mi hermana, y yo estaba dormida. De pronto, empiezo a escuchar explosiones y ruidos de helicópteros volando muy bajo, así que corro a asomarme a las ventanas y lo que veo es caos total y todos los granaderos que se puedan imaginar siendo abrumados por una incontrolable horda de civiles moviéndose erráticamente y tratando de comerse a los demás: zombies.
Por supuesto que mi capacidad de reacción ante tal caos es rápida gracias a mi entrenamiento en celuloide, así que tomo algunas cosas que puedan servirme como armas (una cerbatana, cuchillos de caza, una pistola de postas que tengo) tomo una mochila y empaco comida y bebida fácil de cargar y de alto contenido calórico (para aguantar largos períodos sin comer y no caer en la hipoglucemia) y le digo a mi mamá y a mi hermana que tenemos que irnos al punto de encuentro (previamente establecido, donde, en caso de contingencia, debo encontrarme con Carlos). Pero hay algunos problemas: en cuanto al transporte, un auto puede brindar más protección, pero lo más probable es que las calles estén llenas de autos chocados y bloqueados por barricadas (como en Resident Evil) así que el transporte ideal es una bicicleta; pero mi mamá, mmm, como decirlo, no es la más atlética del mundo, así que eso es problemático. Y el otro problema, aún mayor, es que vivo frente a un panteón y a 300 metros hay otro. Mala idea si lo que te atacan son zombies.
Finalmente, decido que es más peligroso esperar que salir (además de que tengo que llegar al punto de reunión) y le doy a mi mamá y a mi hermana sus bicicletas y salimos al caos.
Durante el trayecto, evidentemente somos atacadas y mi mamá muere a manos de los zombies y tengo que arrastrar a mi hermana fuera del montón de muertos vivientes para que no la infecten y seguimos nuestro camino, pero ella está en verdad impactada de ver que a mi mamá se la hubieran comido así. Finalmente llegamos al punto de encuentro y mi mayor temor es que Carlos no este ahí, o peor, que esté infectado, pero él está preparado y nos encuentra.
Así nos vamos a su casa (vive en 1 cuarto piso y ahí están todas las cosas que tenemos para sobrevivir) y ahí nos parapetamos mientras luchamos contra los zombies que nos quieren atacar; cerramos los accesos a su casa y nos sitiamos hasta que pase el primer caos.
Finalmente en mi sueño tengo que matar a mi propia hermana (a la que en verdad quiero mucho) porque la muerden. Fue un sueño con una buena dosis de Gore y efectos lado B y en general fue divertido, excepto que me di cuenta de lo inconveniente que es tener que trasladarme sola tantos kilómetros en medio de una catástrofe para llegar a un punto de encuentro y de lo inconveniente que es vivir frente a un panteón en caso de un ataque zombie.
Y tú? Qué tan preprarado estás? Tal vez no para los zombies, pero sí para una emergencia. Sabes donde encontrar a tu familia, pareja o amigos? Sabes qué hacer si sucede algo, como por ejemplo, el terremoto del 19 de Septiembre de 1985 en la Cd. de México? (en donde yo vivo) Creo que más vale pasar por loco que cuando se presente una emergencia, no sepamos que hacer.

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